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viernes, 12 de abril de 2013

LA VIOLENCIA DE GÉNERO EXTENDIDA

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/12/actualidad/1365783061_039907.html

Un hombre mata a sus dos hijos y a su suegra. Ha sucedido hoy en Ciudad Real.

Ya no sólo tienen suficiente con maltratar a las mujeres con las que conviven, las que han dejado de ser ellas mismas por "amarlos" por encima de todo y de todos. No, ahora, cuando ellas pueden al fin desencadenarse de esa muerte en vida que es el maltrato psicológico y/o físico, ellos utilizan a los hijos de ambos para castigarles. Los utilizan acabando con su vida en vez de con la de la mujer. 
¿Qué puede provocar que el hombre que engendró esas vidas acabe con ellas por rencor u odio a la mujer que lo ha abandonado porqué no tenía más remedio que hacerlo?

No es el primer caso, en  las últimas semanas se ha cometido otro asesinato de una niña desvalida de 10 años en Málaga. 
Quizás con sus mentes retorcidas hayan constatado que qué mejor castigo para el resto de sus vidas que no volver a ver a sus hijos,  arrebatárselos de sus brazos y enterrarlos bajo tierra por siempre jamás. El caso Bretón es de todos/as conocido. 

¿Qué es lo que verdaderamente estamos haciendo mal en la educación de los futuros hombres y mujeres? ¿Qué es lo que se nos está pasando por alto de manera ya inaceptable? y más aún.. ¿Qué es lo que podemos hacer ya de manera inmediata para parar estos crímenes y estas atrocidades por cuestión de género o ya en estos casos por ser un niño/a de padres en proceso de separación?


jueves, 4 de abril de 2013

¿Cómo puede el Mindfulness ayudarme a conseguir bienestar emocional?

Hoy ha venido a verme por segunda vez una mujer a la que atiendo en uno de los lugares en los que trabajo.
La verdad es que la primera vez que la ví hace dos semanas estaba muy metida en un círculo de pensamientos y emociones que habían llegado a provocarle las primeras crisis de ansiedad de su vida.
Tan lejanas estaban de ella esas sensaciones en el cuerpo de temblor, respiración apresurada que genera sensación de mareo y ahogo que estaba muy asustada cuando vino a verme. 
Quería luchar contra algo que no podía cambiar, quería cambiar una situación que no estaba en sus manos y esa lucha incansable le había provocado el malestar que verbalizaba en la visita. Me decía también que al tener estas crisis de ansiedad había empezado a pensar que acabaría perdiendo su trabajo si no conseguía eliminarlas. Estaba generando pensamientos de un futuro que se le presentaría catastrófico cuando ni tan siquiera estas crisis habían tenido alguna repercusión en sus tareas laborales diarias. 
La presión es grande. Desde hace seis meses está separada de su marido y al cargo de su hija aunque tienen la custodia compartida de manera bastante amigable y la niña pasa muchas horas con los dos. Su trabajo le requiere muchas horas en turnos de horas muy seguidas con lo cual siente que no puede estar con su hija todo lo que ella la necesitaría en estos momentos.
Mi tarea como psicóloga fue hacer contención y ayudarle a gestionar la situación. Teníamos apenas una hora y no nos volveríamos a ver en dos semanas.
Al marcharse le dí el link de cerebro y mente que comento en este otro post: El aquí y el ahora. No pude ofrecerle más ayuda a parte de la que comento más arriba, que era mucha visto su estado.

Hoy la he vuelto a ver. Me he sorprendido al verle la cara. Venía sonriente y tranquila. 
Me ha contado que ha estado practicando el ejercicio durante todos los días, si no se concentraba se lo volvía a poner y aunque su respiración era entrecortada durante bastantes minutos al final conseguía normalizarla. Para ella se ha convertido en un ejercicio de relajación y de control de esa emoción, la ansiedad. 
Hacer cualquier tarea que nos proponga un/a psicólogo/a es tan importante como si nos proponemos perder peso o aumentar nuestra masa corporal en el gimnasio. Es algo que tenemos que hacer a menudo, con periodicidad, sin saltarnos ningunos de los días que nos hemos propuesto hacerlo si queremos encontrar resultados visibles en poco tiempo.
Cuando iniciamos una terapia intentamos conseguir lo mismo, así que cuantas más horas al día utilice para entender porqué mi cerebro está en el punto que está, más rápido conseguiré avanzar en la terapia, más rápido empezaré a demostrarme que soy capaz de generarme a mi mismo/a un alto bienestar emocional. No es que  nunca más vuelva a sentir ansiedad o tristeza, pero después de una terapia sabré gestionar esas emociones. En el argot mindfulness: aceptaré que son emociones, que vienen y que se van. Al final habré aprendido a dejarlas marchar.

Este es sólo el inicio de su proceso terapéutico. Pero lo ha empezado y lo ha empezado con muy buen pie. 
Lo que está consiguiendo con este pequeño ejercicio, que forma parte de un paquete de técnicas psicológicas más amplias, es romper con el proceso de darle vueltas a situaciones que no se pueden cambiar y generar los recursos de adaptación a ella, no de lucha contra ella. Toda esa energía debe reinvertirse en generar mi bienestar emocional.
En la sesión me ha venido a la mente la historia de David y Goliat. Si David se hubiera enfrentado en una lucha a Goliat estaba claro que la hubiera perdido sí o sí. Goliat era un gigante, David una personita. Goliat tenía más fuerza que David, sólo le hubiera bastado un pisotón ante el más mínimo roce del puño de David para aniquilarlo. Pero él sabía que intentar luchar era una tarea perdida así que ocupó su mente en maquinar cómo podría vencerlo. Lo consiguió, la piedra impactó justo en una parte mortal. del cuerpo 
Así pues, muchas veces gastamos toda la energía en luchar contra grandes Goliats como: querer controlar mis pensamientos o mis emociones, luchar contra una situación que es inamovible porqué yo no tengo un poder sobrenatural que cambie a las personas o las situaciones, querer controlar mis sensaciones físicas...
Como todo esto es imposible, el mindfulness promueve, así como otras terapias denominadas de "Tercera Ola", a partir de la aceptación de nosotros mismos, de nuestras emociones y pensamientos, sensaciones físicas o momento en el que nos encontramos para desde esta aceptación poder cambiar mi actitud, mi posición, mi relación con estas sensaciones, pensamientos o emociones, no intentar aniquilar, bloquear, evitar esos eventos de mi mente o de mi cuerpo.
Lo que mi paciente está haciendo y así lo ha verbalizado esta mañana es empezar a ver esa situación desde una lejanía, desde una posición de observadora y estaba gestionando cada vez más y mejor esas sensaciones físicas relacionadas con la ansiedad y provocadas por los pensamientos catastrofistas y sesgados de la realidad. Nos queda mucho trabajo que hacer, pero... ¡estamos en el camino!

En el siguiente post explicaré las funciones del cerebro que se ven fortalecidas por la práctica del mindfulness.... ¡ESTAD ATENTOS/AS!