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sábado, 13 de julio de 2013

En este país consumista e industrializado hay lugar para pocos momentos humanos que son estrictamente necesarios como pueden ser el duelo, la maternidad o paternidad, o enfermedades de seres queridos, incluso las propias. 
Los seres humanos somos seres humanos, no deberíamos ser piezas de engranaje en un sistema capitalista donde tu movimiento estereotipado te permite comer y poco más mientras las grandes fortunas continúan amasando sin límites ni control.
A veces me abruma ver en mi trabajo como las personas se autodefinen como útiles si trabajan y como inútiles si no lo hacen. Cuánto daño nos ha hecho la revolución industrial aunque nos haya colmado de bienestares y haya cubierto necesidades básicas de por vida. Pero las necesidades emocionales y de pertenencia a algo más universal que un sistema laboral se pierden entre los agujeros de la capa de ozono provocados por esta masacre de la naturaleza que es la evolución humana.
Vida sólo hay una, trabajos y jefes miles aunque ahora nos cueste creerlo e incluso verlo. Los valores en los que una persona fomente su existencia marcarán su bienestar emocional. Sí, el dinero no da la felicidad pero ayuda, claro... ¿pero es realmente eso lo que quiero recordar cuando mi vida llegue a su final?Los que tienen dinero muchas veces mueren solos o si los acompañan una parte de ellos temen que sea por lo que van a heredar esos acompañantes cuando cierren los ojos. Incluso puede que le ayuden a ir cerrándolos antes de tiempo.
-¡Eh!, que todavía no he muerto... ¡quita tus manos de mis ojos!
Transmitir los valores de igualdad, cooperación, amor y respeto parece que sólo sea tarea de la escuela y ahí empieza el problema porqué muchas veces esos valores no se transmiten dentro de esas cuatro paredes por las que pagamos cada mes x dinero de intereses al banco.

La vida sólo se vive una vez, muchos occidentales trabajamos duramente cada día para no vivirla plenamente, sino para vivir lo que sucede en nuestra mente: pensamientos negativos, situaciones desgraciadas que luego no lo son tanto o ni siquiera pasan... Así van pasando los días y los años hasta que llega nuestro final.
¿Así es como quieres recordar tu vida? Nunca es tarde para trabajar por tu bienestar emocional.


http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/07/12/actualidad/1373656172_503936.html